¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el cáncer Colorrectal?
El principal tratamiento para el cáncer colorrectal es la cirugía para retirar el tumor, lo cual, debe incluir márgenes amplios, resección de linfonodos asociados y, en caso de estar indicado, resección de otros tejidos que pudiesen estar afectados. Dependiendo de la ubicación del tumor, es el tipo de cirugía que se realiza. Específicamente en el cáncer de recto, la cirugía se vuelve más complicada que en colon, pues el acceso a la zona es difícil, generando que en ocasiones, no se pueda retirar en su totalidad el tejido comprometido, por lo que suelen tener mayor recurrencia (que vuelva a aparecer) y peor pronóstico. En casos de metástasis, específicamente metástasis en hígado, la resección quirúrgica de la metástasis (cumpliendo ciertas características) puede mejorar el pronóstico.
Además de la cirugía, existe la terapia adyuvante (terapia posterior a la cirugía) y terapia neoadyuvante (previo a la cirugía) que incluyen quimioterapia y radioterapia dependiendo de la etapa del cáncer, tamaño del tumor y la ubicación. La decisión de su uso depende de un equipo multidisciplinario. En términos generales, cuando dichas terapias se encuentran indicadas, el tratamiento suele ser con quimioterapia adyuvante en cáncer de colon, y con quimioterapia y radioterapia neoadyuvante y adyuvante en cáncer de recto.
En cuanto a las nuevas terapias, existe la inmunoterapia. Estos tratamientos se encuentran en constante evolución, sin embargo, aún no está aprobado su uso con cobertura GES en cáncer colorrectal. Dentro de los tratamientos que se están estudiando, existen las vacunas, agentes inmunomoduladores, inhibidores de puntos de control, estudios asociados al microbioma intestinal, entre muchos otros. Dentro de los que ya se encuentran aprobados por la FDA (Food and Drugs association) están los inhibidores de puntos de control como el nivolumab, pembrolizumab e ipilimumab, anticuerpos monoclonales que actúan sobre el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) como bevacizumab y ramucirumab, y sobre el receptor del factor de crecimiento epidermal (EGFR) cetuximab y panitumumab, entre otros tratamientos.
El sistema inmune cumple un rol complejo en el desarrollo del cáncer y, por consiguiente, en su tratamiento. Nuestro sistema inmune, dentro de sus múltiples labores, cumple con la función de destruir células que se comportan de manera aberrante, o se multipliquen de manera incorrecta. Las células tumorales, que poseen este comportamiento, desarrollan maneras de “engañar” al sistema inmune para evitar ser eliminadas y continuar creciendo, motivo por el cual, además de muchos otros factores, termina por generarse el tumor. Además, estados inflamatorios crónicos (en los cuales también participa el sistema inmune), aumentan también la actividad del tumor, y aumentan el mismo riesgo de desarrollar cáncer.
En los casos donde la cirugía no es curativa, debe plantearse terapia paliativa especialmente cuando son sintomáticos. Esta consiste en disminuir las molestias generadas por el cáncer y mejorar la calidad de vida de la persona sin tener intenciones curativas.
Finalmente, existen estudios en Chile relacionados con las nuevas terapias y que se encuentran en fase de reclutamiento (búsqueda de participantes). Si te interesa saber más de los mismos puedes ingresar a la página www.ensayosclinicos.cl donde encontrarás toda la información.